Durante años, en plantas reales y laboratorios industriales, viví una realidad que muchos conocen:
¿Por qué seguimos calibrando válvulas con sistemas que ignoran la dinámica real del proceso?
Equipos como Fluke o Beamex son conocidos por su capacidad para generar señales (4–20 mA, presión, etc.), y lo hacen bien. Pero hay algo que no contemplan:
El feedback real del instrumento que están calibrando.
Y lo peor: en muchas ocasiones, se requería más de un equipo para una sola prueba.
LCV-CAL™ no nació de un día para otro. Fue una evolución.
Todo comenzó con tarjetas electrónicas muy básicas que solo generaban señales de 4–20 mA. Pero con el tiempo, y gracias al estudio profundo de:
… comenzó a tomar forma un sistema más completo. Uno que pensara como un técnico, pero actuara con la precisión de un laboratorio.
Recuerdo perfectamente la primera válvula: una válvula de ½ pulgada con posicionador electroneumático marca Samson.
El primer prototipo de LCV-CAL™ logró realizar funciones que hasta ese momento solo veía en marcas grandes… pero ahora saliendo de un sistema diseñado en casa, a partir de problemas reales.
Pero nada se compara con ese momento en que el primer reporte PDF fue generado automáticamente desde un PLC y una HMI.
Ver plasmadas todas esas variables, cálculos y resultados —sin intervención manual— fue una emoción difícil de describir.
Sentí que no era solo un logro técnico. Era una validación completa de años de formación, pruebas y errores.
Porque LCV-CAL™ no es un producto comercial más.
Es una respuesta real a un problema real. Y fue creado por alguien que ha estado en planta, que ha fallado, corregido, aprendido… y que decidió hacer algo al respecto. Aqui comparto el primer prototipo funcional.
Luis Marroquin
Ingeniero Marroquin ®